viernes, 20 de noviembre de 2009

Mi cuento de Hadas

Había una vez una muy tímida princesita, ella triste esperaba que su príncipe llegara a rescatarla, ella quería salir y ser libre, escapar de ese frío y oscuro castillo en el que tenía que pasar sus días. Solo la soledad la acogía cada mañana desde que el rey, su padre, la encerró en la torre más alta. Cada día y noche ella se preguntaba el porqué de su innecesario aislamiento, le lastimaba no poder sentir la luz del sol, o la brisa del viento… le dolía no conocer a nadie más que al rey y a la reina.

Con el paso del tiempo, pensaba que nunca llegaría a vivir como realmente se vive, pensaba que su vida terminaba cada noche, que al caer el alba ella se desvanecía en un nuevo y cálido sueño que la llevaba al lugar más mágico de todos, esos sueños eran lo único que hacían que la princesa no quisiera dejar de vivir , ella sabía bien que al amanecer… su felicidad se marchaba con sus sueños y que cada día solo era para estar recordando lo que vivió en ellos.

Su tristeza era más y más grande, hasta que un día, el rey, al ver su inmenso dolor, la dejó salir por unas horas para ir a recoger flores al campo. Su delicado rostro se llenó de color al ver la luz iluminar el gran bosque, respirando el dulce aire, la princesita comenzó a balancearse mientras tarareaba una alegre canción; sus grandes ojos miraban en todas direcciones, ella simplemente no creía que fuera verdad.

En su camino se encontró con un apuesto príncipe, él era lo más bello por su gran corazón, y la princesita con una mirada se enamoró y el sin duda le correspondió. El resto de sus horas en libertad, la princesita estuvo a su lado, sin embargo, ella era muy tímida,salir de su mundo de sueños era algo muy difícil y a pesar de saber que su tiempo corría, de su boca no salió nada que mostrara amor alguno. El príncipe esperaba que la princesita fuera como las demás del reino, pues creía que todas eran iguales, él esperaba que ella le hablara de amor sin pasar mucho tiempo; sin embargo, pronto se dio cuenta de que ella era diferente, él pensaba que su silencio era falta de amor y sin hacer nada por ella se dio por vencido.

Al poco tiempo la princesita fue llamada para volver a su castillo, triste, pero aún sin valor para decir lo que le revolvía el corazón, se despidió y pronto a su triste hogar regresó. Y la princesita continuó pasando sus días en el más oscuro tormento, sus ojos lloraban de alegría al recordar la sonrisa del príncipe que ella ya no volvería a ver. Sus sueños de libertad pronto los cambió por unos en el que él era el protagonista. La princesita de forma inesperada se enamoró.

Su hada madrina pronto descubrió que ella lloraba cada mañana, y preocupada preguntó qué pasaba. La princesita decidió no callar y le dijo que el amor era lo único que la hacía llorar, el hada no comprendía hasta que la princesita le explicó que era imposible volverlo a ver. El hada, conmovida por el dolor de la pequeña princesita, decidió salir a buscar al príncipe y decirle que sucedía.

Al oírlo el príncipe no lo creía, pues a la princesita no la comprendía. El a pesar de sus dudas decidió rescatarla de su agonía por lo que la princesita en el fondo escondía. Y él de plateada armadura, en su caballo montó y pronto hacia el castillo se dirigió. Sin embargo el rumor de la desesperación de la princesita por escapar se esparcía con rapidez, y pronto el príncipe notó que tenía compañía, más príncipes luchaban por rescatar a la princesita pero de esto el solo pensó que era una ilusión. Todo marchaba bien y el príncipe tenía gran ventaja, pero a la mitad del camino, sus dudas lo vencieron, y sin pensarlo más decidió no llegar al castillo.

L a princesita esperaba la llegada del príncipe con gran alegría, sin embargo, pasado un tiempo el seguía sin llegar. La princesita decepcionada y con el corazón en trocitos recibió con los brazos abiertos al valiente que sí subió a su ventana y la rescató del dolor que sufría en aquel oscuro castillo.

Ahora, la princesita intenta dejar sus sueños y su corazón atrás; y por ahora la pequeña seguirá buscando su final feliz con su verdadero príncipe.


Adiós

Anna..........!